El búho para los celtas era el guardián del bosque y sus secretos. Es decir, que era un poco la llave de la sabiduría de la naturaleza y lo insondable de la naturaleza, el conocimiento de los cambios que están más allá de la mano del hombre. Puede ser esa un poco la explicación de por qué en estos tiempos de búsqueda de algo más allá de lo cotidiano, se están poniendo nuevamente en boga las imágenes de los búhos, ya sea en collares, caravanas, dibujos, telas, grabados, cuadros, pinturas, esculturas, etc.
Imagen de Sue Halstenberg
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