Mandados

- Andá, traeme 200 de salame y 100 de galletitas Solar. - Pero mamá, estoy viendo al oso Yogui. - ¡Qué oso Yogui ni ocho cuartos! - Pero mamá, es el capítulo en que mi preferido, Bu bu… - ¡Andá rapidito mija antes que se ponga oscuro! Apretando los dientes (había que caminar 2 cuadras y me estaba perdiendo mi capítulo preferido) salí a la dura tarea de los mandados. No había caminado ni 10 metros que apareció el elusivo gato de la vecina lo cual me entretuvo un poco. Le dabas un caramelito y se dejaba acariciar y todo. Sorteado el interesante obstáculo, seguí raudamente la tarea encomendada hasta que un mangangá amarillo me zumbó en la oreja y me hizo perder unos 5 minutos más en esconderme atrás del tilo del otro vecino por si la bestia feroz se ponía más feroz. Ya iba llegando al almacén cuando mi amiga Lore me interceptó con una sonrisa. -A mí también me mandó mi mamá para que le llevara unas Solar y un jabón de coco. Ya con los paquetitos correspondientes, los minutos se nos pasaban volando mientras nos intercambiábamos los comentarios del barrio. -¿Viste que la maestra Pilar se casa el mes que viene? -¿Te enteraste que vienen mis primos de Rocha para mi cumple? El Pancho con su perrito Toto enseguida se sumó a la conversación… Los paquetes no debían estar bien envueltos… Porque palabra va, comentario viene, las galletitas se iban volando… Y el tiempo también se pasó volando… -¡Pah! ¡Vamos! ¡Que mi mamá me mata! Colorada llegué… Y llegó solamente el salame… - Pero nena… ¿Y las Solar? - No había, mami, no había…