En la mitad de la noche aparecieron.
Iban a los saltos. A su paso dejaban una estela de jazmín (¿o era sándalo?)
Así como vinieron, se esfumaron.
La noche habló breve.
Si no estuviste atento, volvió a quedar muda, como siempre.
*
Pintura en acrílico del artista Mauro Carrión.
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