Te pueden decir muchas cosas, muchísimas. Argumentar, dar explicaciones, hacer sesudos análisis psicológicos, interpretaciones metafísicas y múltiples disquisiciones sobre tu inteligencia emocional para afrontar las situaciones tendientes a demostrarte que el problema sos tú y quien se complica sos tú. Nadie hace autocrítica. Nadie asume reponsabilidades. Te habrá parecido... Tú lo ves así pero es tu visión... Si planteás problemas no sos parte de la solución, sos parte del problema...
Pero en el fondo, bien en el fondo, todos sabemos que todas esas palabras se las lleva el viento.
Solamente son los hechos, los ejemplos, los que muestran la verdad. Lo demás, adorno.
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