Cuando estuvo nublado varios días y de repente sale el sol, y parece que las plantas resplandecen, uno también resplandece un poco…
Cuando vas caminando, vas pasando por una casa, y justo suena una de tus canciones preferidas… La sincronía también nos pone radiantes…
Cuando estabas resfriada, y estás concentrada en algún trabajo o lectura o algo importante, y hay un instante en que te concentraste tanto que te olvidaste de los fastidios del resfrío… y de repente te sentís mejor, hacés consciente que el resfrío va evolucionando, ya no te duele la garganta, y ahí te das cuenta qué bueno es cuando uno se siente bien.
Cuando llega un mail que ahora no esperabas.
Cuando te llama alguien en quien justo estabas pensando.
Cuando te sobreponés al cansancio de la semana, y cocinás algo rico, y alguien te dice, está buenísimo.
Cuando florece una planta, y no la habías visto, y de golpe te sobresalta qué linda que es.
El perfume de jazmines en una noche de verano.
Mirar los infinitos y perpetuamente cambiantes vaivenes del fuego.
Caminar por la orilla del mar.
Cuando lees algo que escribió otro y es tan auténtico y tan parecido a ti, que te sobresalta. Cuando te identificas con una lectura poética o diferente.
Cuando vas caminando, vas pasando por una casa, y justo suena una de tus canciones preferidas… La sincronía también nos pone radiantes…
Cuando estabas resfriada, y estás concentrada en algún trabajo o lectura o algo importante, y hay un instante en que te concentraste tanto que te olvidaste de los fastidios del resfrío… y de repente te sentís mejor, hacés consciente que el resfrío va evolucionando, ya no te duele la garganta, y ahí te das cuenta qué bueno es cuando uno se siente bien.
Cuando llega un mail que ahora no esperabas.
Cuando te llama alguien en quien justo estabas pensando.
Cuando te sobreponés al cansancio de la semana, y cocinás algo rico, y alguien te dice, está buenísimo.
Cuando florece una planta, y no la habías visto, y de golpe te sobresalta qué linda que es.
El perfume de jazmines en una noche de verano.
Mirar los infinitos y perpetuamente cambiantes vaivenes del fuego.
Caminar por la orilla del mar.
Cuando lees algo que escribió otro y es tan auténtico y tan parecido a ti, que te sobresalta. Cuando te identificas con una lectura poética o diferente.
Cuando alguien sigue vivo a través de una canción, que es muy tuya y es de todos, y te das cuenta al escuchar ese tema por enésima vez, cuál es la verdadera noción de patria.
Cuando el universo mágico te da una sorpresa inesperada.
Hola Mef. En este blog no hay gatos. ¡Los metiste todos en un blog!. Un día les habres la puerta para que salgan todos a tomar el sol y el aire.
ResponderEliminarUn saludo.
jajajaja Hola Antonio. Qué bueno tenerte también en este blog... Acá no hay gatos, cierto, pero si buscas un poco vas a encontrar búhos y osos y también especímenes humanos de toda variedad. (Me incluyo)
ResponderEliminarNo es nada mala tu idea de dejarlos salir a tomar el sol y el aire un día de éstos.
No habrá perros en la costa, no ?
Cómo asegurarnos que si hay perros, sean de los amigables...
No es fácil, ya ves, abrir la puerta...
Saludoooo