"Discutir con un borracho, es herir a un ausente".
Cito esta frase porque, hoy estaba pensando, cuántas veces nos ilusionamos con querer convencer a otro de algo de lo que realmente estamos muy convencidos. Sin tener en cuenta que nadie quiere convencerse de nada. Que a nadie vas a convencer de nada. Cada uno hacemos el propio camino. Cada uno recorrerá el que quiera, o el que pueda y quiera. Lo más que podemos hacer es disfrutar los instantes, y tratar de actuar de acuerdo a lo que sentimos y realmente queremos, y ser más nosotros mismos cada día, y si es posible, mejorarnos un poco cada día. El otro (que también soy yo, el otro) ya bastante tiene con su dualidad, con su historia personal, con sus elecciones (de las cuales muchas veces no es consciente), como para que todavía lo querramos convencer de algo muy nuestro.
Mi querida amiga, con los años comprendes que la gente no quiere ser convencida de nada, hay un dicho acá en Argentina que me gusta mucho para esta entrada tuya: "no hay que avivar giles".
ResponderEliminarY qué decir cuando te enfrentas al enemigo más poderoso, la Ignorancia.
Un beso enorme.
Humberto.
PS: Sí, sí, lo de Losden fue un producto de mi imaginación ;)
Cada cual tiene su rollo...
ResponderEliminarPero igual está bueno compartir sentires...
Besoooo