Van por ahí con el no en la boca. Es permanente la situación.
No creo. No me parece. No me vengas con locas pasiones. No está científicamente comprobado. No tolero más fantasías.
No hay drama.
Que persistan en su actitud, en realidad no es mi problema.
Todo bien.
Pero el encanto de vivir, el brillo de lo inesperado y lo insólito, la belleza de lo simple, y la belleza de las sincronías, yo no me lo pierdo por nada.
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